viernes, 21 de enero de 2011

Un clavel para tu ausente presencia

Su presencia extremadamente ausente había causado en su joven persona los más profundos dolores a lo largo de muchos años ya que ella le pedía a gritos un poco de amor, de atención y contención que jamás recibió.
Él nunca escuchó esos gritos desoladores, o lo que es más probable, siempre hizo oídos sordos a los pedidos que para una mayoría es natural brindar,mientras que para él era algo sumamente innecesario que denigraban su masculinidad porque, como persona arcaica, no podía entender que el hombre no deja de ser tal si da a conocer sus sentimientos, sino que por el contrario enriquece su alma.
Resulta hasta absurdo (aunque no para ella) pensar que una persona que goza de una capacidad intelectual admirable como él pueda ser tan necio, ignorante e incapaz de avanzar conjuntamente con la sociedad.
Seguramente no sea culpable al 100% de todas sus deficiencias como hombre, ya que para saber los orígenes debería uno remitirse a su infancia, pero si es responsable de su accionar y no accionar cotidiano, y como todo debe pagar las consecuencias de sus errores.
Solo ella sabe cuánto lo ha maldecido a raiz de las miles de noches y situaciones que tuvo que padecer en su infancia y adolescencia, ya que se encontraba bajo los efectos de sustancias tóxicas para el organismo.

Uno puede soportar muchas cosas porque trata de entender que una persona se encuentra enferma y necesita ayuda para recuperarse, pero si esa persona no pone voluntad, sino que por el contrario aumenta en dosis y en violencia, poniendo en peligro la vida de sus seres "queridos" la salida parece desaparecer. Y ella sentía que no había puerta de emergencia que le permitiera escapar de tanto horror cotidiano, se imaginaba el peor de los finales.

La tragedia en su entorno había golpeado la puerta una vez, pero lograron escaparle, aunque esta vez pensaba que no contarían con la misma suerte.

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Encendió el televisor y su cara, mezcla de cansancio y placer luego del bello día que había pasad a kilómetros de su hogar, se hundió en una pesadilla, en la cual los protagonistas fueron el llanto, el dolor y la peocupación de estar lejos.
De repente su mente y su cuerpo habían perdido correlato. Ella estaba más allá de aquel espacio físico, tratando de encontrar respuestas a algo que ni siquiera tenía preguntas formuladas;Y un torbellino de emociones que se le vinieron a la cabeza como si estuviera armando una película, la perdían aún mas de la realidad.
Es que ella siempre decía que, tarde o temprano, iba a terminar mal, pero no había imaginado jamás la probabilidad de aquel acontecimiento. O tal vez si, pero en el fondo ni ella lo creía tan poco inteligente como para desencadenar lo sucedido.
Pero ocurrió, y fue escalofriante, no solo en ese preciso tiempo-espacio ya que trajo consigo consencuencias para las cuales no estaban preparados para afrontar, lo que fue aún mas devastador(y lo es hoy en día).

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Entre tantas cosas que la abrumaban, ella tenía esa gota de esperanza que al menos lo ocurrido lo hiciera reflexionar no solo en sobre hecho en sí, sino sobre su vida, sus afectos, su entorno, sus adicciones, sus errores, las cosas mas íntimas y profundas de una persona.
730 días después, su ausencia intensamente presente le desgarran el alma, y sus heridas lejos de cicatrizar sangran cada vez con más fuerza por un dolor que es imposible de sanar.
El paso del tiempo ha intervenido en sus vidas de maneras muy distintas: En ella, aunque no ha logrado curar sus heridas,ha instaurado un nuevo espacio, donde se puede respirar un poco de tranquilidad y no hay que
pensar que lo peor puede ocurrir esa noche, como solía ser. Además le sirvió para entender que la perversidad no tiene límites, por lo que nunca va a concretarse nada de lo que anhelaba pudiera modificarse, pero también sabe que si ella llegó hasta donde está sin su apoyo, nada podía impedirle seguir avanzando hasta sus metas personales y familiares, y esto realmente le daba un poco de paz.
Uno hubiese pensado que el tiempo para él se habría convertido en algo sagrado, pero no lo fue.Lejos de haberlo utilizado para reflexionar, ha desarrollado una perversidad extrema con la que cree llevarse el mundo por delante,sin importarle que atrás está dejando el poco y verdadero cariño que alguien podría brindarle.
Y como la vida es un boomerang, todo lo que uno hace vuelve, él, aunque jamás vaya a admitirlo, está probando un poco de su propia medicina.



Un clavel para tu ausente presencia.