jueves, 26 de agosto de 2010

Te amo por ceja

Siempre es realmente bello, leer y releer a Julio Cortazar...

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes
de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza
de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y
cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te
dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese
pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre en
una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.

jueves, 19 de agosto de 2010

Nunca es tarde cuando el momento es el indicado

Largas noches de insomnio había padecido pensando de manera incesante el momento inoportuno de su aparición por primera vez. Ella recuerda haberle dicho que había aterrizado a un lugar donde las puertas a terceros estaban fuertemente bloqueadas y que le aconsejaba pegar la media vuelta y buscar un nuevo rumbo porque ahí no había lugar para él.
Sin embargo, y para sorpresa de muchos, no se rindió ante este primer rechazo sino que, por el contrario, comenzó a realizarr un trabajo tan fino como perfecto para quedarse cerca de ella. Debió admitir que esos minusciosos detalles comenzaron a llamarle la atención porque seguía sin poder entender cuán persistente puede ser una persona si realmente se lo propone.
Así pasaron los minutos, las horas, los días e incluso los meses; por momentos dando grandes pasos hacia delante y por otros, retrocediendo incluso hasta el punto de partida. Ella lo observaba desde su burbuja como él se caía una y otra vez por obstáculos que ella misma iba poniendo en su camino, y así también se asombraba en reiteradas circunstancias al descubrir que ante cada tropezón él volvía a levantarse y seguía luchando por lo que creía que valía la pena.
Poco a poco ella fue comprendiendo por fín que él estaba prundamente enamorado y hacía hasta lo imposible para poder conquistar su corazón, un corazón cansado de sentir, dolido por haber luchado contra la corriente en busca de su felicidad, sin saber que a lo mejor no estaba buscándola en el lugar correcto.
Cuando logró poner sus pies sobre la tierra y ver a su alrededor, entendió que su felicidad estaba muy lejos de donde ella creía y comenzó a transitar por nuevos caminos, sinuosos y peligrosos en los que se encontró con su peor enemiga, aquella a quien tanto temía, la soledad. Pensó que había llegado para quedarse y para hundir su corazón en una profunda desolasión, pero para su asombro, ésta, lejos de acorralarla, le marcó un camino nuevo y diferente por el cual no había transitado hasta entonces. Sin estar segura acerca de lo que podría encontrarse en su recorrido, ella decidió tomar el riesgo y caminarlo.
Y fue ahí, en ese intenso andar que volvió a encontrarse con él, quien estaba ahí, parado al final del sendero esperando por ella. A lo largo del recorrido, muchas cosas habían cambiado, situaciones,(momentos, sensaciones, vivencias), pero algo había permanecido intacto con el transcurrir de los días, y era el amor que él llevaba en lo más profundo de su ser.

Su perseverencia, su contención permanente, su preocupación y atención, hicieron que ella comenzara a darle una oportunidad y volviera una vez mas a arriesgarse a eso que muchos le llaman amor.
Hoy puede decir que no siempre las canciones de amor o desamor tienen razón, ya que comprendió que nunca es tarde cuando el momento es el indicado.
Fue ahí, en ese instante, donde conoció una de las miradas más profundas y sinceras que alguien haya podido regalarle. Descubrió que no hay amor más sincero que cuando se ama a pesar de todo, cuando sin importar las adversidades se sigue mirando para delante con el fín de lograr lo que tanto se anhela, y su mirar era tan transparente que ella podía ver su propio reflejo en las pupilas desbordadas de tanto sentir.
Y es que a veces no alcanzan ni las mas bellas palabras para poder explicar lo que se siente cuando con un cruce de miradas dos personas pueden entenderse.

miércoles, 18 de agosto de 2010

¿Avanzar y ganar o estancarse y perder?¿?

A veces insistimos en reflotar aquello que nos es conocido,aunque sepamos que el final está escrito, por miedo a fracasar en ausencia de, sin darnos cuenta que al quedarnos estancados, presos del miedo interior no hacemos otra cosa mas que cometer el mayor de los fracasos porque quitamos de nuestras vidas la posibilidad de toparnos con nuevas vivencias.

El miedo siempre es un factor que paraliza, sobretodo en momentos límites en los que, en base a la pieza que movamos en el tablero de la vida podemos perderlo todo en cuestión de segundos; y es en esta instancia donde suele aparecer esa fuerza de gravedad que nos arrastra a la cotidaneidad,a lo seguro y nos deja inmovil en ese lugar por temor a caer ante la primer pisada.Es entonces cuando olvidamos que al arriesgarnos existen también altas posibilidades de descubrir un tesoro tan preciado como único al que no vamos a poder resistirnos.

Nadie puede asegurarnos que frente a aquello que se nos presenta como nuevo y desconocido en el camino no vamos a sufrir, pero si de algo se puede estar seguro es que junto a ello vamos a ir descubriendo y redescubriendo un centenar de sensaciones y vivencias que creíamos extinguidas o guardadas en un cofre bajo llave.

Será en esos momentos donde diremos que arriesgarse vale la pena y que la vida misma no es otra cosa mas que una continuidad de decisiones y riesgos que elegimos tomar para apostar a encontrar la felicidad.

lunes, 16 de agosto de 2010

Fantasmas de la mente!

Era una mañana gris como tantas otras, uno de esos días donde uno acostumbra a quedarse en la cama hasta largas horas pensando que nada productivo puede salir. Sin embargo, ella se levantó pensando que podía llegar a ser un día sumamente positivo, hasta que recordó aquello que había soñado reiteradas veces en una misma noche, y comprendió que, luego de eso, solo esperaba un día igual al anterior.

En su mente comenzó a rondar la idea de los fantasmas del pasado, esos que tanto la aterraban y le quitaban el sueño noche tras noche como si fuesen algo que jamás iba a poder superar. Su interior no dejaba de preguntarse cómo habían llegado a formarse dichos fantasmas, cuáles habían sido las causales, pero por sobre todas las cosas, comenzó un cuestionamento casi obsesivo acerca de por qué dichos fantasmas eran todos masculinos.

Hombres del pasado que de algún modo y por circunstancias extrañas (o no tan así tal vez) seguían formando parte de su presente, un ahora que la angustiaba de manera extrema, por no poder resolver los nudos que la tenían atada a esos fantasmas. ¿Cómo podía convivir con el fantasma de alguien que ha desaparecido hace ya casi dos años, y sin embargo su ausencia tan presente la desvela aún por las noches?Un fantasma de caracter ambiguo, hoy ausente pero con una fuerte presencia, y a lo largo de 21 años un fantasma presente con una sobredosis de ausencia. Al fín de cuentas ha comprendido que no se ha de estar muerto para ser un fantasma, sino que en situaciones mucho mas complejas y hasta dolorosas un ser plenamente vivo puede ser un fantasma. Y él lo era y lo seguirá siendo, tal vez hasta el momento de su muerte donde se podrá decir que solo será un cadaver.

Ella en su momento de catarsis interna buscaba entender que, a lo mejor, de esta problemática vida con su primer hombre se desemboquen las malas experiencias anteriores, dado que al no obtener todo lo que creía necesario del progenitor, busca a lo largo del camino que le toca transitar, esas carencias en otros seres masculinos.

Y es ahí donde ese recorrido al que cotidianamente se le denomina vida se le torna casi imposible de caminar, porque a medida que deja sus propias huellas imborrables se arrepiente del sendero elegido y ya es tarde para volver atrás. Sin embargo, su fortaleza hace que vuelva a levantarse y arriesgarse una vez mas, elegir nuevamente un camino diferente con la ilusión de llegar a buen puerto esta vez, de ser feliz, de entender que aquello de lo que carece nadie lo puede reemplazar, pero cree entender que puede encontrar experiencias realmente maravillosas, una relación más sana, incluso más sincera, pero se da cuenta que una vez mas vuelve a fracasar y su mayor miedo es no poder encontrar la felicidad que tanto anhela.

Todo el cúmulo de pensamientos sobre sus fantasmas se tornaron un remolino de ideas, sentimientos, angustias en su cabeza y en su corazón y entendió que para aceptarlo y poder convivir con ellos primero hay que seguir trabajándolos, pero este día no era el día adecuado, por lo que volvió a su cama, cerró sus ojos y nuevamente verá sus fantasmas en los sueños del tormento.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Que un paso hacia lo nuevo, no te retroceda dos hacia los recuerdos!

Es sumamente complicado, por no decir imposible. lograr un acuerdo pacífico entre el corazón y la razón, porque en la mayoría de los casos es una lucha insensante por ver quién gana, si lo que dicta el corazón o lo que plantea la razón.
Hay momentos en los que el corazón pareciera galopar sin vistas de detenerse, y la razón por su parte se encuentra estática, y otros en que la razón logra dejarse llevar por los impulsos y dar un paso hacia delante, y el corazón encaprichado frena de golpe y se queda inmovil, huyendo por la salida de emergencia que lleva a los recuerdos donde una vez se ha sido feliz.
He aquí entnces donde radica el problema. ¿Quién tiene la verdad?, ¿Qué camino elegir?¿Con cuál se sufre un tantito menos?
A veces uno elige dejarse llevar por lo que dicta el corazón, por aquello que nace del interior más profundo, pero cuando la razón atormenta ese accionar con su análisis obsesivo, uno se estanca por miedo a perder, a salir lastimado, por lo que se elige pensar antes de actuar y aquí aparece el segundo problema, porque de tanto meditar las situaciones antes de dar el paso, teniendo en cuenta los pro y los contra, lo que se puede ganar y lo que se puede perder, uno queda siempre en el punto de partida, y en realidad no logra darse cuenta que se termina perdiendo lo más importante que son las experiencias que uno recolecta a lo largo de la vida.
Ya decía Pascal " el corazón tiene razones que no siempre la razón entiende." Es una lucha interna constante porque el corazón siente sin pensar y la razón piensa sin sentir. Mientras el corazón se deja llevar sin importarle nada, la razón está ahí siempre espectante de cuáles son las mejores elecciones para evitar sufrir, aunque sin sentir pierde la otra cara de la moneda, que es cuánto se puede disfrutar si uno se dejara llevar. Pero un nuevo interrogante se abre, dado que si uno hace lo que el corazón dicta en ese momento y sale lastimado se recriminará no haber pensado antes de actuar, ahora, si uno no actúa porque piensa tanto en lo que puede pasar, después recriminará no haber hecho lo que sentía en aquel momento.
¿Cuál será entonces la manera de lograr al equilibrio adecuado?