La historia de las historietas

Las historietas pertenecen a un género tan fantásticomo como antiguo. Los diarios trataban de disputarse el púbico lector, por lo que buscaban incorporar nuevos instrumentos para lograr obtener así mas lectores.Fue así como en 1893 aparece el primer suplemento cómico a color de la prensa, en el diario World de New York, propiedad de Joseph Pulitzer.Viendo el revuelo que esto habia causado, en 1896 la competencia de Pulitzer, Hearst con su diario, el Journal, contrata a Outcault y lanzan "The Yellow Kid"(el niño amarillo). Se presentaban de esta manera los elementos que caracterizan a la historieta: un personaje con continuidad, secuencialidad en las imágenes y el habla mediante globos.Las historietas no tardaron mucho en hacerse presente en Argentina. en 1898, aparece la revista Caras y Caretas, la primer revista argentina que comienza con las publicación de historietas.
Sin embargo, es recien en 1918 cuando Se inicia la primera historieta argentina, con personajes fijos y continuidad. Esto en Caras y Caretas a través de la tira Viruta y Chicharrón.
Dos años mas tardes, El diario La Nación apostó a mas y fue el primer diario argentino en publicar una historieta. La elegida fue "Bringing Up Father" del norteamericano George Mc Manus.
En 1928 aparece "El Tony",la primer revista dedicada exclusivamente a las historietas publicada por Ramón Columba obteniendo un éxito radiante.

Ese mismo año aparece la flamante historieta "Patoruzu" uno de los personajes más importantes de la historieta argentina,creado por Dante Quinterno. Fue tal el éxito de la historieta Patoruzú, a tal punto que en 1945, esta se publica en el diario PM de Nueva York.12 años despúes, mas específicamente el 4 de Septiembre de 1957 se lanza el suplemento semanal "Hora Cero". Es en esta revista donde se comienza la publicación de una de las historietas mas importantes de Argentina "El Eternauta" de Oesterheld y Solano López.
Sin embargo, el mundo de las historietas comienza a sufrir su primera crisis en la década del 60. En parte debido a la caída de revistas hechas con mucho sudor, con la llegada de nuevas revistas mexicanas, pero sin lugar a dudas la principal causa de esta crisis fue la instalación en los hogares de la televisión.

A pesar de esto, en 1964, Quino le da vida a la fantástica Mafalda, que empieza a publicarse en el semanario Primera Plana.En 1966 "Mafalda" ya edita en varios periódicos del interior y del Uruguay, y para Navidad aparece el primer libro de recopilaciones de las tiras, que se agota en dos días, Mafalda ya es un "boom". En diciembre de 1967 cierra el diario El Mundo y Mafalda deja de aparecer, justo cuando está por nacer su hermanito. Todo el país se lamenta, más que por el cierre del diario, por la "desaparición" de Mafalda, que en 1968, seis meses después, reaparece en Siete Días, uno de los semanarios más prestigiosos del país, con su hermanito Guille ya nacido. En la década del 70 ocurre un resurgimiento de la historieta aunque lo suficientemente medido. En 1971 nace Hortensia, la primera revista humorística que alcanza un éxito nacional desde una provincia. Allí, Fontanarrosa publica por primera vez su personaje más famoso y uno de los más populares de la Argentina: el gaucho "Inodoro Pereyra".
Durante esta década, se publica la segunda versión de "El Eternauta", en el semanario Gente, con algunos cambios y sin mensajes subliminales. Estos cambios se ocntraopnían con la ideología del semanario que lo publicaba por lo que Oesterheld decide resumir el guión.
En los años 80, el efecto de la "localización", hizo que las "transposiciones" literarias a la historieta, que habían encontrado su camino en los ‘70, modificadas por la nueva moda y la nueva estética postmoderna, se trasladen definitivamente a la literatura argentina, hasta ese momento dejada un poco de lado en aras de la literatura universal.Esto se logra gracias a la consolidación de la revista Superhumor, suplemento de Humor, que aparece a mediados de 1980, con el asesoramiento creativo de Carlos Trillo, Guillermo Saccomanno y Juan Sasturain, que querían una revista con material exclusivamente argentino, a diferencia de las otras publicaciones de Récord, y que se caracteriza por la originalidad y una profunda calidad y creatividad, Juan Sasturain, en una nota de los primeros números, manifestaba la necesidad de convertir a nuestra realidad nacional en "materia aventurable", o sea que toda historieta debía desarrollarse en un ámbito que reflejara no sólo la identidad sino también la "geografía", el "ambiente" cotidiano, que los lectores reconocieran y con el que se identificaran.