Desde hace un par de días, los 30 años de la casi guerra del Beagle es un tema constante de la agenda pública. El problema radica en que muchas personas no saben realmente qué es lo que ocurrió en 1978, por lo cual dejo un breve artículo al respecto.
En 1978, Argentina y Chile estuvieron a punto de desatar una guerra por la soberanía de 3 islas ubicadas al sur del canalar de Beagle: Picton, Lennox y Nueva Si bien esta fecha fue decisiva respecto al tema de soberanía, el conflicto llevaba más de 100 años.
Hasta el año 1888 la cartografía chilena, argentina y de otros países señalan las islas al sur de la Tierra del Fuego bajo soberanía chilena y en ninguno de los mapas aparece el meridiano del Cabo de Hornos como límite entre Chile y Argentina Sin embargo, siete años después de la firma del Tratado de Límites, aparece el primer mapa argentino que muestra a las islas en cuestión bajo soberanía argentina.
En 1958, luego de un incidente acaecido en el islote Snipe, los gobiernos de la Argentina y Chile intentaron realizar acercamientos para poder solucionar los problemas derivados además del conflicto sobre la región de del alto Palena. El 2 de febrero de 1959, el presidente argentino Arturo Frondizi aterrizó en el Aeropuerto Los Cerrillos y firmó junto al presidente chileno, Jorge Alessandri, una declaración conocida como Declaración de Los Cerrillos en la que ambos mandatarios se comprometían a "entrar de inmediato en negociaciones encaminadas a encontrar las fórmulas arbitrales adecuadas, que permitan resolver los diferendos existentes".
El año 1971 ambos países acordaron en el Compromiso de Arbitraje, es decir, definir un polígono (el "martillo") y someter la soberanía de las islas ubicadas en el a la sentencia de un Tribunal Arbitral que debía dar a conocer su decisión a la Reina Isabel II de Inglaterra. El Tribunal Arbitral dictó una sentencia, conocida como Laudo Arbitral de 1977, que otorgaba aguas navegables en el Canal Beagle a ambos países y la mayor parte de las islas y de los derechos oceánicos a Chile.
Sin embargo, en 1978, el conflicto se agudizó hasta llegar a plantearse la posibilidad de un enfrentamiento armado por ambos países, en el cual tanto Pinochet como Videla estaban de acuerdo en llevar a cabo.
El gobierno antidemocrático de Videla no podía no ir al frente, ya que sabía que si “entregaba” las islas, la oposición, sobre todo la peronista, aprovecharía para condenarlo.
A fines de 1978, ambos países movilizaron sus reservas bélicas.
El 8 de enero de 1979 se firmó el Acta de Montevideo que fijaba de forma bastante flexible el marco de la mediación. Ambos gobiernos se comprometieron a no hacer uso de la fuerza bélica, retornar al statu quo militar de comienzos de 1977 y abstenerse de tomar medidas que turbasen la armonía entre las dos naciones. Este acuerdo reconocía la soberanía de Chile en la región del canal de Beagle pero establecía el cabo de Hornos como línea divisoria de las jurisdicciones de cada uno de los países sobre ambos océanos.
Queda así, expresamente determinado que la República Argentina tenía completa jurisdicción sobre las costas que daban al Océano Atlántico y Chile completa jurisdicción sobre el Océano Pacífico.
Con el retorno de la democracia, Raúl Alfonsín tenía como objetivo reinsertar nuevamente a la Argentina en el concierto de naciones, por lo que buscó una solución al problema del Beagle. El 29 de noviembre de 1984 se firmó el Tratado de paz y amistad entre Chile y Argentina por los respectivos ministros de relaciones exteriores Jaime del Valle de Chile y Dante Caputo de la Argentina